El domingo a la noche hubo acá en casa una mini despedida, vinieron los suegros, los cuñados y también M. y U. Charlamos, comimos y nos reímos. Sirvió para disminuir la tristeza de la próxima separación.
Gracias a Dios, Internet, Skype y los mails nos permiten comunicarnos muchísimo, mandarnos fotos y mantenernos al día.
Por momentos pensé que era sólo yo como mamá que sentía esta nostalgia de los tiempos idos, de cuando eran chiquitos y los tenía a todos bajo mi ala, pero no, también C. la tiene, la encontré viendo viejos albumes de fotos y sonriendo con la mirada perdida...
L y S están en Mar del Plata en el campeonato, así que tampoco tengo tanto para hacer.
Por la tarde me tiré a descansar un rato (ya no estoy para tanto barrido y trapeado de los pisos...) y al levantarme comencé un nuevo tejido.
El sábado le tomé bien las medidas a U. así le tejo algún lindo sweater para el invierno.
Ya preparé la cena, revuelto de zapallitos, calabza al horno y ensalada. Y estoy esperando que llegue C para comer. Mañana martes, seguramente, bajaré algunas fotos y postearé esta entrada en mi blog.
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