Se va acabando el fin de semana largo, de una larga, larga semana. Hubo de todo esta semana, el concierto de T., momento de alegría, de disfrute, de orgullo maternal, el telegrama de R., doloroso, inesperado.
Pero bueno, la vida continúa, hay que pasar a la siguiente etapa.
Charlé con E. y aceptó tomar la difícil tarea de ayudarme en la casa, en la cocina, en el día a día. Ojalá que resulte. Parece una buena persona, trabajadora y responsable.
De a poco todos nos iremos reacomodando, ella a nosotros y nosotros a ella.
Durante la semana, al finalizar cada día, siempre terminamos charlando de lo mismo...porque R. nos devolvió todo este tiempo de cuidados, cariño y preocupaciones, de una manera tan horrible.... sólo Dios sabe. Estoy totalmente tranquila, hice lo que cualquier persona de bien hubiera hecho, más allá de sus deberes de empleadora. Lo volvería a hacer, es simplemente una cuestión de humanidad.
Las charlas sirvieron de catarsis.
S. nunca se nos unió, creo que aunque no lo admita, está especialmente dolido con la situación, su duelo es más personal, más íntimo.
El sábado nos encontró en el supermercado haciendo la compra del mes. Mientras afuera, llovía constantemente. El domingo despúes de llevar a S. al club, me puse a cocinar para la próxima semana. Fue una mañana fructífera, de la cocina salieron rellenos para tarta de cebollas, zapallitos,puerros y hongos, relleno de empanadas, lasagna de verdura y carne, budín de pan y arroz con leche. Y ahora, despúes de alcanzar a los chicos hasta la parada del colectivo, finalizada una recorrida de orden y acomodamiento de la casa, y antes de mi segundo café de la mañana...
Les muestro la heladera con algunas de las cosas que salieron de mis manos ayer por la mañana, el resto en el freezer.
Que empiecen una linda semana, y para nosotros....simplemente...que sea mejor que la que pasó!!!!